lunes, 26 de noviembre de 2007

Una historia sin final

Y abrió los ojos por primera vez después de 3 años de oscuridad.
Y al abrirlos, vio colores, vio formas, vio la luz, vio la vida, incluso, le vio a él. Vio al demonio que llevaba dentro, el cual, le había cegado tanto tiempo, con el cual había convivido sin saberlo. Ese monstruo terrorífico al que temía tanto que ni siquiera se daba cuenta de ello.
Trataba de recordar esos años de amargura, pero no podía, no tenía recuerdos nítidos, solamente sombras extrañas y engañosas, que le hacían creer que había sido feliz a su lado, cuando en realidad, todo había sido un infierno.
Trataba de contactar con alguien, pero no tenía a nadie. Todos habían huido de esa vida de engaños, eso sí, después de varios intentos en vano de acabar con su ceguera.
Pero fue un día cualquiera, una mañana cualquiera al despertar, cuando la ceguera ya se había ido, sin saber cómo, sin saber por qué, pero se había ido. Le vio a él, le miró fijamente y le odió por primera vez. Surgió toda la rabia que, sin ella saberlo, había acumulado durante esos tres años y se abalanzó sobre él. Le odió como nunca antes había conseguido odiar a nadie, ni siquiera a esos niños que en el colegio se metían con ella por sus complejos físicos. Le odió, le mató, y pensó que ahí se acababa todo, que ya no era ciega, que ya veía la realidad y que ya podría ser feliz...
Pero no fue así.
La justicia no fue justa, una vez más.
Y ese final anhelado nunca llegó...

1 comentario:

Martuki dijo...

Me das miedito. Espero q sea una historia con base imaginaria, y no real.