miércoles, 26 de mayo de 2010

TIRORIRO, TIRORIRO

Muchas veces me quejo de que no tengo tiempo para hacer cosas de provecho.
Sin embargo, llevo tres días en el curro sin apenas nada que hacer y en lugar de intentar sacar provecho de esas horas muertas, me paso horas como una tonta mirando cómo se va actualizando el Facebook y viendo cómo los demás sí que parecen dedicar su tiempo en cosas de provecho.
Se me pasan mil cosas por la cabeza que me gustaría hacer:
  • hace un mes, me dio por las oposiciones: Profesora de la Escuela de Idiomas. Como si de una premonición se tratara, salió la convocatoria a la semana de pensarlo... pero me dio pereza.
  • hace unos meses más, me planteé estudiar otra carrera en la UNED: Filología Alemana. Una pena que no estuviera disponible, aunque si lo hubiera estado, dudo mucho que la cosa hubiera cuajado.
  • hace unos días, pensé que este verano, que tendré más tiempo libre, me apuntaré a algún curso de manualidades... Pero seamos realistas, las manualidades y yo somos incompatibles.
Así que ocupo mis horas muertas planteandome cosas que luego nunca llegan a ningún sitio... y que tal vez volverán a aflorar dentro de unos meses, me lo volveré a plantear y lo volveré a desechar...
Para una vez que algo que me planteo, sale adelante (¡presentar una tarta a un concurso de tartas!), viene un coche que me lleva por delante y... ¡adios concurso!

Creo que seguiré asi, perdiendo el tiempo en pensar cosas, pensar no es malo al fin y al cabo.

jueves, 22 de abril de 2010



Me apetece bailar. Andar lentamente hasta el centro de una pista de baile, cerrar los ojos, sentir la música y bailar, sin más.
Será porque hace tiempo que no lo hago...

Por eso mismo, ayer me sentí muy bien. Porque hacía mucho tiempo que un miércoles cualquiera no quedaba con un amigo cualquiera a tomar algo en un bar cualquiera, y después me iba al teatro / cine a ver una obra o peli cualquiera. Saltarme la rutina, porque sí.

¿Qué necesidad tengo de vivir unas pautas marcadas día a día? Sentirme obligada a hacer las cosas no me gusta, y cuando hago las cosas de forma mecánica día tras día, semana tras semanas, entonces me siento obligada. Rutina. Esclavitud a un horario.

Así que esta tarde para seguir saltándome las normas (mis normas, porque no las ha impuesto nadie más que yo) bailaré. Aunque sea en casa, en medio de la cocina con las ventanas abiertas para que entre el sol (si es que se digna a aparecer), BAILARÉ.

lunes, 29 de marzo de 2010

Pequeñas cosas


Hace poco alguien me dijo que lo más importante para que una relación funcione, más que el decir un "te quiero" o dar un beso, es que tu pareja te mire y tu la mires a ella. Al principio lo tomé como un comentario sin más, pero luego decidí ponerlo en práctica. No sólo con mi pareja, sino también con amigos.


El otro día en el metro, intenté ayudar a una chica invidente con la que coincido a diario, ya que bajamos en la misma estación de metro... Pero me sentí muy inutil cuando le dije: "han cambiado las escaleras de subida allí (con su consecuente señalización con el dedo)..." La chica puso cara extraña que yo interpreté como: "pero no ves que soy ciega, ¿dónde se supone que es allí?", pero me equivoqué porque como si pudiese ver mi dedo, tomó la dirección exacta...


Esta chica seguro que no pude mirar a sus serés queridos, pero no por ello les querrá menos. Así que llegué a la conclusión de que lo más importente no es sólo "mirar" a la otra persona, sino todo lo que se esconde detrás de esa mirada: sentir admiración por ella, quedarte boquiabierto cada vez que habla, cuidarle, sentirle,...


Lo más curioso de todo esto es que la persona que me dijo esa frase también era invidente.

martes, 26 de enero de 2010

¿Abandono?

Me ha pasado en más de una ocasión desde que abrí este blog.
A veces pienso: "voy a cerrarlo...", pero luego no lo hago. Ya me pasó con el fotolog, lo cerré, así, sin más y luego me arrepentí. Un día, un arrebato, me cansé... Y yo no suelo cansarme de las cosas con facilidad o al menos de las cosas que no me molestan, pero sí que me canso de las responsabilidades.
Siento que este blog es una responsabilidad y no debería ser así. Por eso, cuando pienso en cerrarlo, me obligo a no hacerlo, porque la finalidad de abrir este blog fue simple y llanamente la de escribir para mí, de vez en cuando y sólo cuando me apetezca, sin obligaciones...
¡Que ya tenemos bastantes obligaciones y responsabilidades en este mundo de adultos como para encima sentirme atada por un blog!
Bueno, hoy quería escribir brevemente, sólo para no sentir que lo tengo abandonado, porque no es así.
Y también quería darle un beso enorme y un abrazo más grande aún a esa gran persona que se fue de viaje hace más de un año, un viaje muuuuy largo, y que mañana cumple 27 años: Miguel Blázquez. ¡Mañana todos pensaremos en tí!