jueves, 20 de agosto de 2009

Pensamientos varios

La vuelta vacacional es dura, muy dura. Sobre todo cuando vuelves a un Madrid que en agosto deja de serlo, con sus calles desiertas, la mayoría de los negocios "cerrados por vacaciones"... Sí, es muy duro.

Para mí, además, esta vuelta vacacional ha tenido un elemento extra: mi cambio de casa, de barrio, de trayecto al trabajo... Me he vuelto esclava del cercanías, aunque he de decir que me gusta infinitamente más que el metro. Con todo esto, no tengo tiempo para darme cuenta de que es agosto y Alicante sigue invadida de madrileños ansiosos de playa.
Yo, en esos días de agosto que estuve de vacaciones, podría haber pasado por una madrileña más.

El otro día vinieron a montarnos los muebles y hablando con uno de los chicos, con su acentazo castizo, salió que yo soy de Alicante, de la playa de San Juan para más exactitud, y el chico se emocionó al recordar el apartamento que solían alquilar sus padres en la playa y las fiestas que se pegaba en el puerto y en Benidorm... Su última frase: me entra un subidón cuando pienso en esos días...

Para mí Alicante significa mucho más que eso, yo a Alicante no voy de vacaciones, voy a reencontrarme con mi vida. Durante estos días a penas he ido a la playa y apenas he salido de fiesta. En cambio, han sido unos días inolvidables.

Pero bueno, se acabaron esos días, ahora vuelvo a Madrid y empiezo una nueva etapa aquí, recordando esos días de agosto en Alicante, disfrutando estos días de agosto aquí y esperando esos días maravillosos que están por venir.