martes, 16 de diciembre de 2008

La Navidad


Son fechas raras. Pero raras no tiene porque significar "malas", simplemente "diferentes".


Fechas en las que se hace imposible andar por las calles de Madrid, porque todo el mundo se ve inundado por las ganas de comprar, porque todas las empresas salen a la calle a celebrar la navidad (qué mejor excusa para trabajar un poco menos!), porque a pesar de que las calles están preciosas con su exageradísima ilumnación, hace demasiado frío...


Fechas de felicidad, de disfrutar de la familia, de los amigos, de los amores... Fechas raras. De euforia, de celebraciones, de regalos, ... y para mí, fechas de agobio!

No hay nada que me agobie más que comprar regalos. Desde la semana pasada, me he dado cuenta de que voy andando por las calles mirando todos y cada uno de los escaparates por los que paso, entrando a todas las tiendas simplemente para ver si me viene la inspiración, pensando a todas horas en qué comprarle a mi madre, y a mi padre, y a mi amigo invisible...

Semanas de agobio que merecen la pena. Todo se compensa después cuando ves la cara de felicidad de tu gente al estar todos reunidos y recibiendo regalos que, te gusten más o menos, son especiales porque vienen de la gente a la que quieres.


Fechas raras, pero especiales. Así que aprovecho para desearos a todos una feliz navidad y que disfrutéis mucho de estos días, que aprovechéis cada segundo con vuestra gente querida porque no hay nada más valioso en esta vida.


FELICES FIESTAS Y FELIZ 2009!!!!

jueves, 27 de noviembre de 2008

Esos días...

Y es que hay días en los que me miro hacia dentro y no me gusta lo que veo...
Esos días en los que hago y digo cosas que sé que no quiero decir, que sólo sirven para disgustarme a mí misma (y a los demás).
Me asusta a veces todo lo que hay en mi interior. Miro dentro de mi cabeza y me asombro, ¿de dónde salen esos pensamientos? Visualizo mi corazón, latiendo con fuerza, con rabia, tratando de explotar porque ya no puede más... Y explota. Y lo hago: grito, chillo, digo incoherencias,... (pero sólo lo hago hacia mis adentros, no quiero que nadie se asuste de mí). Y aunque esos días mi rabia sólo dura unos instantes, después me siento mal, realmente mal.
¿Por qué puedo llegar a sentir tanta rabia?
¿Por qué puedo incluso llegar a sentir odio?
Sé que es un sentimiento fugaz y caduco que no dura más que unos instantes dentro de mí. Pero cuando ocurre me asusto, porque yo no quiero ser así, yo no quiero sentir rabia, ni odio, ni maldad.
**Supongo que todos tenemos nuestra parte indeseada que por mucho que intentemos matar, sigue luchando contra la otra parte para ganarle la batalla**

jueves, 20 de noviembre de 2008


PORNOGRAFÍA INFANTIL ¡¡¡¡NO!!!!

lunes, 17 de noviembre de 2008

LPDA

Bueno, bueno, aprovecha este post para promocionar la nueva serie on-line escrita, producida y dirigida por Alex Cabot: LPDA (losproblemasdealex.blogspot.com). En ella descrubiremos a una serie de personajes de lo más dispar que se meterán en todo tipo de situaciones embarazosas...

Por ahora, podemos disfrutar de la promo de Amaya. Próximamente, veremos aparecer a mi personaje: Violeta, pija, snob,...

Es genial! Animo a todo el mundo a que nos visite y siga nuestra serie.

Besos!!!

jueves, 13 de noviembre de 2008

KEEP BREATHING...

Eso es lo único que podemos (y debemos hacer)...
Seguir respirando, seguir viviendo, luchando, amando, riendo...
La vida no es otra cosa.
Vivir para disfrutar. Sin arrepentimientos. Sin remordimientos.
Sólo vivir.
Vivir por ti mismo. Vivir por los demás. Pero no vivir por vivir.
Buscar algún sentido a esta vida... DISFRUTAR.

miércoles, 5 de noviembre de 2008

Es muy difícil expresar todo lo que se siente por dentro en estas situaciones. Te gustaría que las palabras pudieran salir a borbotones para sacar todos los sentimientos que te invaden por dentro… Aunque creo que en estos casos las palabras sobran, ya que todos nos sentimos igual.

Resulta tan difícil de asimilar, tan difícil de creer… No es concebible que una persona tan grande (y cuando digo grande no sólo me refiero a sus dimensiones físicas) se vaya así, de repente, sin decir nada, sin hacer ruido.
Pero así era él: no le gustaban los grandes paripés, no le gustaban las despedidas, no le gustaban las “telenovelas”, como él decía.

Sin embargo, a pesar del poco ruido que hizo al irse, dejó un hueco demasiado grande y demasiado difícil de rellenar (aunque en realidad no queremos rellenarlo, siempre será su hueco).

Todos nos preguntábamos de pequeñitos, cuando jugábamos y correteábamos en el patio del colegio quién era ese tipo tan alto y por qué sus padres lo habían hecho tan grande. El tiempo pasaba y él seguía creciendo, por dentro y por fuera.

Todos conocemos el motivo por el cual Miguel era una persona tan alta y tan grande: necesitaba mucho sitio para albergar un corazón tan grande. Un corazón enorme que ni siquiera le cabía bien en su cuerpo y, por eso, nos fue regalando un trocito de su corazón a cada uno de nosotros conforme le íbamos conociendo más y más. Así era él, bondad y generosidad, pura y dura…

Y ahora todos conservamos un trozo del corazón de Miguel para poder seguir sintiéndole cerca, para que siempre esté presente con nosotros. Para que cada vez que los Kalaos nos reunamos, lo hagamos en su honor y juntemos todos los pedacitos del corazón de Miguel que conservamos porque él nos lo regaló. Así nunca dejaremos de ser uno menos, al contrario, Miguel seguirá creciendo con nosotros y seguirá siendo un tío enorme.

Miguel ha salido de viaje una vez más. Siempre de aquí para allá… ¡Culo inquieto! Pero no se ha ido de nosotros, el trocito de corazón, de bondad y de amor que nos regaló en vida, nos ayudará a mantener su recuerdo para siempre. Miguel, gracias. Gracias por habernos dejado conocerte, por habernos dejado ser tus amigos y, sobre todo, gracias por habernos regalado un trocito de ti.

jueves, 30 de octubre de 2008

Y cuando menos te lo esperas...

... la vida te da estos batacazos.
Parece que nunca te va a pasar a ti, que los tuyos siempre van a estar contigo.
Lo ves en las películas, en las noticias, pero lo ves como algo lejano, irreal...

Hasta que un día, así, sin más, pasa. Y sigues sin creertelo. Por mucho que te lo repites en tu interior, te parece tan surrealista, tan increible, tan imposible que intentas creer que no es cierto. Que se ha ido a otro de sus viajes y que volverá.
Pero no, esta vez se fue, se fue para siempre, aunque en nuestros corazones su sonrisa, su humor y su bondad permanecerán frescos para siempre.

Miguel Blázquez Álvarez, bellísima persona y mejor amigo. Has dejado mucha huella entre nosotros, el cabo sin ti será diferente.

Te queremos.

jueves, 23 de octubre de 2008

Un lugar en el mundo


Y por fin, encontró su lugar en el mundo.



Y por fin, la inmensa ciudad le hizo un hueco entre la multitud para sentirse alguien.



Y por fin, respiró tranquilo al observar su alrededor y comprobar que no estaba solo.



Aunque pensaba que nunca lo conseguiría, miró al frente, recorrió con la mente las dimensiones que había adquirido su vida y se sintió grande.



Y por fin, supo que mientras fuera feliz, cualquiera podría ser su lugar en el mundo.

miércoles, 1 de octubre de 2008

Mamá, quiero ser artista!


Cuando veo un musical (ya sea en el teatro o en el cine) me encuentro con sentimientos contradictorios: por una parte lo disfruto como una enana, cantando, bailando, se me pone la piel de gallina, vamos. Por otra parte siento envidia, pero envidia sana, admiro a esos actores que han sabido salir adelante y cumplir su sueño de bailar, cantar y disfrutar haciendo lo que les gusta.


No es que no me guste a lo que me dedico, me encanta traducir, pero siempre tendré esa espinita clavada. Me pregunto si, de haberlo intentado, habría podido llegar a algún sitio en el mundo del espectáculo, y la respuesta casi siempre es negativa. Creo que para ser artista hay que nacer artista, y yo, lamentablemente, nací "normal".


Y, ¿a qué viene todo esto? A que ayer vi el musical de Grease y una vez más, quedé fascinada con el arte de sus bailarines, cantantes y artistas.

jueves, 11 de septiembre de 2008

Un año más...

Pues sí, un año más. Y es que en dos días seré un año más vieja, bueno, más mayor, que vieja suena muy mal. Ya son 25 años de vida, un cuarto de siglo...

El cumplir años me da mucho que pensar. Por una parte pienso en cómo han cambiado los tiempos, ya que cuando mi madre tenía 25 años ya estaba casada, tenía un niño de 3 años y ya pensaba en ir a por el siguiente (que fui yo, por supuesto). Y en cambio ahora, con 25 años aspiramos a muchas otras cosas antes de plantearnos formar una familia. Sí, los tiempos han cambiado muchísimo. Y parece ser que seguirá siendo así. Hoy en día resulta muy difícil compaginar varias cosas a la vez. Cada vez hay más cosas que hacer, más responsabilidades, y queda poco tiempo para el ocio. Menos mal que es poco tiempo lo aprovechamos al máximo (o al menos yo lo intento).

Por otra parte, también me da por pensar en lo rapidísimo que pasa el tiempo. ¿¡25 años ya!? Por mucho que lo piense, que lo diga en voz alta y que los demás me lo repitan, me parece increiblemente increible. ¿Ya hace 7 años que pisé la universidad por primera vez y 3 que la abandoné? ¿Ya hace 12 años que terminé el colegio y me adentré en la maravillosa vida del instituto? Increible, señores, pero cierto.

En cambio, es bonito cumplir años. Sobre todo cuando durante todos esos años has cosechado éxitos, has cumplido sueños, has vivido aventuras maravillosas y, por supuesto, has sido (y parece ser que seguirás siendo durante mucho tiempo) FELIZ.

¡Sigamos cumpliendo años! Siempre con una sonrisa en la boca...

miércoles, 4 de junio de 2008

Algo de mí...


Mi color favorito es el morado, aunque la mayoría de mi ropa es marrón, porque intento no caer en la tentación del morado.
Soy bastante cabezota y cuando las cosas no salen como yo quiero me cabreo mucho, pero conmigo misma, aunque pueda parecer que me cabreo con los demás. No soy nada rencorosa, de hecho, olvido con mucha facilidad cuando me hacen daño y, por eso, una misma persona me puede hacer daño en repetidas ocasiones.
Me gusta tener feliz a todo el mundo, aunque eso hace que yo me agobie por no poder conseguirlo.
De pequeñita estaba muy gorda y el médico le dijo a mi madre que si estaba criando un ceporro... luego me volví muy flaca, y ahora tengo un culo un tanto gordito... Intento hacer dietas pero soy débil con la comida. Creo que mis mayores placeres son comer y dormir y me encanta despertare los sábados sin importar la hora que sea, sabiendo que tengo todo el día por delante para disfrutarlo.
No me gusta nada la soledad. Necesito estar rodeada de gente porque así me siento querida.
Me gusta perrear, pero odio pasarme un día entero encerrada en casa viendo la tele. Cuando llevo dos horas sin actividad, necesito hacer algo, si no, me vuelvo loca y me desquicio.
Adoro la playa, pero no me gusta bañarme en el mar, me da miedo... quizás porque de pequeña una ola gigante me atrapó y creía que no iba a salir de ella. Prefiero quedarme en la arena y tostarme al sol.
Vivo en Madrid a pesar de que siempre he dicho que no me gustan las ciudades sin mar... Pero soy muy enamoradiza y por amor he llegado a hacer grandes locuras.
Me gusta mucho recordar el pasado, incluso los recuerdos que me ponen triste, porque así me doy cuenta de que todo lo vivido me ha enseñado a ser lo que soy hoy.
Soy muy amiga de mis amigas y me duele tenerlas lejos. En el fondo soy muy cariñosa y romántica, aunque me cuesta mostrarlo porque soy de las "sólo da cuando recibe" y eso a veces no es bueno.
Me encantan los animales y odio la crueldad de algunas personas para con ellos. Cuando veo un perro abandonado se me encoge el corazón y me encantaría tener una casa enorme llena de gatos, perros y todo lo que se pueda. De hecho, siempre he tenido la certeza de que en otra vida fui un gato, porque me miran con complicidad.
Soy muy cotilla y adoro pasar una tarde entera con mis amigas marujeando, hablando de sexo y diciendo chorradas. Eso es algo que echo mucho de menos.
Me han roto el corazón varias veces y creo que yo lo he roto alguna vez también. Pero he sabido recuperarme aunque en sueños a veces se me aparecen sentimientos ocultos.
Casi siempre me acuerdo de mis sueños y a veces me afectan demasiado.
Soy muy responsable, a veces demasiado, y me gusta la organización, aunque me cuesta tenerlo todo organizado, pero porque soy un poco vaga para esas cosas.
Soy muy insegura y me cuesta tomar decisiones, porque siempre quiero que todo salga a la perfección, aunque en ocasiones eso sea imposible...
En definitiva, conozco mis virtudes y mis defectos, he aprendido a convivir con ellos y soy muy muy feliz...

jueves, 22 de mayo de 2008

La carta que me gustaría enviar a mis vecinos de Alicante, que quieren deshacerse de mis queridos gatos

Para la comunidad de propietarios de “Peñalmar”

Estimados vecinos:

Soy Miriam, propietarios del bungalow nº 18, residentes en esta urbanización desde su construcción hace casi 25 años. En primer lugar, me gustaría aclarar que la redacción de la presente carta es totalmente iniciativa mía y que la escribo por mi propia voluntad y con mis propias palabras, sin que ningún miembro de mi familia me haya forzado a hacerlo. Por lo tanto, no culpen a mis padres de nada de lo que contenga esta carta, puesto que ellos el único “pecado” que han cometido ha sido el de enseñarme a ser una buena persona y a tratar a los demás de una manera justa y bondadosa, así como a amar y respetar a la naturaleza que nos rodea.

Y de ahí que quiera escribir esta carta. Actualmente vivo en Madrid, pero durante más de 20 años me he criado y crecido en la urbanización “Peñalmar” y he sido muy feliz allí, jugando todo el día con mis amigos y sin que los muchos gatos que merodeaban supusieran un problema para nadie. Es más, creo que a todos nos gustaba que allí hubiera gatos. No hacían daño a nadie, sino todo lo contrario, evitaban que otros bichos más desagradables se acercaran a nosotros cuando andábamos jugando por el césped o por los sótanos. Los gatos se comen a las cucarachas, escarabajos, e incluso a las ratas que habitan en nuestra querida urbanización. Porque no nos engañemos, en nuestra urbanización hay ratas y éstas transmiten muchas más infecciones que los gatos.

Me he enterado de que estas últimas semanas han puesto unas jaulas muy bonitas por distintas zonas de la urbanización para cazar a los inofensivos gatos y llevarlos engañados a quién sabe dónde. No entiendo muy bien la finalidad de esta “táctica” puesto que gatos han existido siempre y siempre existirán. Muchos de ustedes se empeñan en culpar a ciertas personas de alimentar a los gatos, pensando que si no los alimentasen los gatos se irían. Sin embargo, el gato es un animal muy sabio (viene de la familia felina, como el león, el tigre,…) y les aseguro, queridos vecinos, que sabrían sacarse las castañas del fuego sin necesidad de abandonar la urbanización. ¿O acaso el acantilado no es una fuente inagotable de recursos para gatos, léase, insectos, pájaros, peces, etc.? De hecho, es allí donde los gatos pasan la mayor parte de sus días sin molestar a nadie, sin hacer otra cosa que comer y dormir. Puede que maúllen más fuertemente cuando están en celo, pero todo ser vivo tiene sus necesidades y peores cosas se han oído.

Con todo esto, sólo quiero expresar mi opinión acerca de las últimas novedades en mi querida urbanización, en la que yo me crié rodeada de gente que respetaba a los animales y los quería, y en la que ahora sólo encuentro maldad y egoísmo. Ojala pudiéramos poner jaulas y llevarnos engañados al corredor de la muerte a aquellos que realmente hacen el mal, pero no a unos inofensivos gatos que lo único que pretenden es vivir en paz sin molestar a nadie.

Sé que una carta de este tipo no va a cambiar la forma de pensar de nadie, pero quizás sirva para recapacitar y pensar si realmente lo que estamos haciendo sirve de algo: ¿vamos a estar gastando dinero en jaulas eternamente? Porque como ya he dicho, por muchos gatos que se llevan ahora, en dos o tres meses vendrán nuevos, y así sucesivamente.

Un saludo cordial.

jueves, 8 de mayo de 2008

algo rápido y sin pensar...

La impotencia de sentirme obligada a hacer ciertas cosas simplemente por lo que puedan pensar los demás... Eso es lo que más nerviosa me pone. Creo que es algo con lo que nunca aprenderé a convivir, ya que tengo una mente demasiado enrevesada, posiblemente, por mi condición femenina, porque, ¡qué casualidad!, mirando las fechas de las entradas de mi blog, casi siempre coincide con finales de mes... En cambio, el mes pasado, a pesar de que tuve fuertes tentaciones de hacerlo, intenté no escribir, simplemente por esquivar esa rutina que ya se estaba haciendo tan patente, y aquí estoy hoy, 8 de abril, que no es final de mes, para intentar variar un poco la costumbre...
Y, como iba diciendo, ese sentimiento me hace estar intranquila. Soy feliz, pero siempre hay algo que me "preocupa", cualquier nimiedad, cualquier pensamiento absurdo como por ejemplo: hace tres meses que no veo a mi padre y tengo ganas de verle, pero todo no puede ser! Y es que a veces nos empeñamos en complicar tanto las cosas... Quisiera estar sin pensar, dejar que todo fluya, que todo sea tan fácil como parece a simple vista, pero creo que mi condición femenina me puede y, aunque ya controlo ciertas cosas, las rayaduras de cabeza son inevitables.

miércoles, 26 de marzo de 2008

¿Inconformismo o Ambición?


Me planto.

Dicen que el ser humano es inconformista por naturaleza. La ambición ha sido siempre una de las grandes cualidades (¿o debería decir defecto?) que ha caracterizado al hombre (y a la mujer, hablando políticamente correcto). Y esta ambición nos hace querer siempre más, hasta alcanzar límites que en ocasiones pueden dañar a nuestra propia persona, y lo que es peor, a las que nos rodean y nos quieren (y queremos!), sin tan siquera darnos cuenta. Nos ciegan las ganas de alcanzar la perfección, cuando realmente la perfección no existe (o sí que existe, pero de manera subjetiva en todos y cada uno de nosotros). Dejamos de pensar en la vida como un regalo y empezamos a considerarla una batalla en la que debemos sobrevivir a toda costa...
Yo me planto y acepto que he llegado a mi límite de perfección. ¿Quién puede negarme que no soy perfecta y que mi vida no es perfecta?

Todo puede llegar a ser tan subjetivo...

martes, 26 de febrero de 2008

tic tac tic tac...


Me gustaría no pensar en ello, no darle importancia, pero es inevitable.

Me gustaría no echar la vista atrás para no "ver" todo lo que he vivido y lo lejos que quedan muchas de esas cosas.

Me gustaría no acordarme de que tengo 24 años y que ya hace una década que dejaba el colegio para empezar el instituto.

Me gustaría no tener recuerdos tan nítidos de cosas que han pasado hace tantos años, porque me engaño pensando que pasaron hace poco cuando en realidad son tan lejanas.

Me gustaría rectificar algunas de esas cosas que recuerdo como si hubieran pasado hace a penas unos meses y volver a vivir otras de las que no me arrepiento en absoluto.

Me gustaría seguir sonriendo a la vida como he hecho hasta ahora y no pensar en lo rápido que pasa el tiempo.


* Dicen que cuando el tiempo se te pasa volando es porque lo estás disfrutando, así que...

lunes, 11 de febrero de 2008

juguemos a crear ilusiones

Igual que el poeta que, papel y lápiz en mano, trata de crear los más bellos versos...
Igual que la actriz de teatro que, escondida entre bambalinas, imagina que esa noche habrá un lleno absoluto en la sala...
Igual que el traductor que, inmerso en su mundo de palabras imposibles, sabe que sus textos romperan miles de barreras culturales...
Igual que la niña que, correteando feliz por el parque, juega a ser princesa...
Igual que ellos, igual que tú, igual que todos, yo también trato de crear ilusiones, yo también imagino, yo también quiero romper barreras, yo también juego a ser algo.
Porque la vida es algo más que un día a día rutinario y mecánico, juguemos todos juntos a imaginar, a soñar, a crear una vida paralela que quizás algún día llegue o quizás no, pero que al menos nos permita sonreir.
Juguemos todos juntos a crear ilusiones y fantasías que hagan de el día a día algo más que una rutina.
Jueguemos a ser felices.

miércoles, 16 de enero de 2008

ohne dich...

Frío, hace frío... Y viento... Y llueve a ratos...
Y encima, tú no estás para resguardarte junto a mí bajo la manta que tantas veces nos ha resguardado.
Y encima, tú no estás para tocarme la nariz y decir: ¿Pero es que has metido la nariz en el congelador? Y entonces reirnos juntos.
Y encima, tú no estás para poder quedarme dormida en tu regazo viendo la tele en nuestro sofá.
Y encima, tú no estás, y yo estoy sola bajo la manta, y nadie me toca la nariz, y no me puedo quedar dormida en el regazo de nadie.
Y encima, tu no leerás esto, porque no estás, y no podrás saber lo mucho que te echo de menos... (aunque creo que te haces una idea de lo vacía que está la casa sin ti...).
Y encima, te quiero.